Quizá hoy, una mujer que amas está viviendo algo así. Y tú no lo sabes. Porque aprendimos a callar. A aguantar. A sonreír para que nadie note el dolor. Pero hoy no callamos más. No callamos por las que ya no están. Por las que tienen miedo. Por las que no encuentran fuerzas. Y por nosotras… porque merecemos vivir, libres y sin miedo. Si tú que me ves has vivido violencia… quiero decirte algo que quizá nadie te ha dicho: No fue tu culpa. No lo merecías. No estabas exagerando. Y no estás sola. Por

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